lunes, 23 de enero de 2012

Un instante

Y de repente me encontraba ahí sólo, manejando sin rumbo, como si el destino tratara de insinuarme algo.
Dentro de la radio canciones de antaño me hicieron recordar nuestro pasado. Una lágrima rodó por mi mejilla, mientras  por mi mente circularon millones de momentos.
Te acostumbré a mi modo y por un lapso me olvidé de ti, quien sabe cuantas veces has llorado por las noches sintiéndote culpable, creyéndote mis palabras, quedándote a medias para no hacerme sufrir, enojar, incomodarme o yo que se.
Cuantas veces renunciaste a tus actos por mantener mi comodidad...
Tantos instantes que, cegado por mi idiotez, perdí al evitar que fueras tu. Ahí estaba pensando en mis errores, manejando sin rumbo, con la mirada perdida y un montón de pensamientos que me señalaban como el culpable, sin tener el mínimo conocimiento hacía donde me dirijía.
Quizás por obra del destino esa noche las calles fueron totalmente mías, de lo contrario mi acto de autismo me hubiera puesto en una camilla rumbo al próximo hospital, si en ese instante de reflexión otro coche se interpone en mi camino.
Decidí llamarte y aunque no lo notaste mi corazón se sintió arrepentido, ganas no me faltaron para regresar el camino, volver a tus brazos y llorar como un niño arrepentido.
Jamás había estado tan conectado con mis sentimientos hasta ese momento. Un instante de reflexión que minutos más tarde me llevó a este compendio de palabras y oraciones para entender... que te amo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario