Venga, Chava!!!, vamos por el triunfo!!!

Aunque no escuches, ni veas, estamos contigo!!!!, por que al igual que todos los jugadores Águilas, eres un emblema Americanista.
Por que tu afición te quiere y no importa si el pasto vuelves a pisar, te queremos de regreso, por que aún tienes mucho que dar.
Seguimos unidos y consternados por el suceso de Salvador Cabañas, por ello he decidido, publicar hoy en este espacio...
Un escrito que lanzó la Federación Mexicana de Futbol para seguir apoyando a Chava...
Vamos, chava regresa, te queremos con todo el corazón!!! Nooooooo, Chava no se va, no se va!!!!!!.
FMF

Les perteneces. Lo dice el anillo de compromiso que tu amiga y aficionada porta; también los tatuajes que la visten a flor de piel, que sólo nos dicen que como su club, su casa, sus colores y su ídolo que eres tú: Salvador Cabañas, no hay nada. Son su vida.
Te llevan grabado, te hablan, te gritan, te extrañan, te escriben. Están ahí contigo.
El histórico escudo americanista aparece por todos lados y te declara su amor eterno. Te llevan en las manos, muestran tus fotografías con orgullo y recuerdan con ellas todo los goles que les regalaste.
El Estadio Azteca abrió sus puertas a la afición pero la cancha, el césped, aguardan, esperan para estar con él, con el goleador, con el hombre, con el 10, contigo, Chava.
Ahí estuvieron, en su templo, el Azteca. Agitando sus banderas, sintiendo y palpitando sus colores con tanta intensidad como quieren que también tu corazón siga latiendo.
Ahí rezaron, porque no hay mayor magia que la que envuelve el Estadio Azteca, el lugar en el que has regalado cientos de alegrías y porque es ahí donde te quieren ver sonreír otra vez.
Ahí, en tu casa, no dejaron de cantarte, de alentarte, de decirte ¡Se puede!
También ahí alzaron los brazos, levantando las puntas de los dedos hacia el cielo y mirando hacia él, como tú les enseñaste con cada festejo y como te quieren ver hacerlo de nuevo.
Ahí, en tu casa, prendieron veladoras para encender la esperanza y guiarte por un camino de pasión como el que tú iluminas cada vez que guardas a tu amigo el balón en las redes.
Dan consuelo la Virgen y las velas. Ofrecen eso que todos te quieren dar, esperanza.
Tu afición estuvo presente, se unió para gritarte ¡Vamos Chava, Aguanta!
El número 10, que llevas en tu espalda, no alcanza para contar a todos los amigos que llegaron para cantarte, orar por ti y enviarte los mejores deseos. Ellos no te olvidan y te quieren ver de vuelta.
Salvador, tu afición, de todas edades, está contigo te va a apoyar como cada vez que saltabas al campo y enviabas un saludo, te va a esperar, no se va a rendir y, tú por favor, tampoco lo hagas.
Tu Cristo te acompaña, te llama…
Tu casa, el Estadio Azteca y toda tu gente, te envía un mensaje: ¡Ánimo, Te necesitamos! Porque te recuerdan así, sonriente, dedicado, serio, constante, fuerte, enorme como siempre.
Esto es la magia del fútbol, la otra cara de la pasión, la solidaridad del grupo, de la afición, del individuo, de su club.


Recupérate, Chava.